Equilibrio y Salud

Equilibrio y Salud

El tener buena salud es muy importante para el bienestar mental y espiritual, solo si tenemos salud nuestros sentidos podrán percibir correctamente las impresiones exteriores que han de estimular nuestro cerebro que es el órgano encargado de “sentir” la felicidad.

De acuerdo con esa concepción holística o integral del ser humano la salud consiste en el equilibrio entre los estados físico, mental y espiritual de la persona. Partiendo de este punto las medicinas llamadas “alternativas” restablecen mediante distintas técnicas el equilibrio perdido entre esos estados causa primera de las enfermedades.

A través del quiromasaje, reflexología, drenaje linfático y otras terapias manuales el cuerpo comienza a eliminar los bloqueos y estimula el restablecimiento de los flujos de energía y el equilibrio de sí mismo dando como resultado una mejor salud.

Se reduce el estrés, el insomnio, depresión, mejora la memoria y concentración, mejora la circulación de la sangre y la linfa, se limpia el cuerpo de toxinas e impurezas, estimula la vitalidad, refuerza las defensas y potencia la autorregulación del organismo.

El universo es una totalidad interconectada y sometida a unas leyes, de las que el propio ser humano no puede excluirse, del mismo modo, los sistemas de regulación de nuestro organismo están armonizados con los sistemas que rigen el cosmos, así el hombre está sujeto al ritmo de los días y las noches, de las estaciones.

Sabemos que el ser humano es energía y está envuelto de energías que condicionan su existencia: el equilibrio es decir la salud, depende de la armonización y regulación de esos flujos energéticos que hoy día, se pueden detectar perfectamente con medidores electrónicos.

Cualquier alteración del esquema de energía de una persona causa trastornos que si no se tratan evolucionan y degeneran en modificaciones biológicas y posteriormente en lesiones. Las terapias que manejan niveles energéticos son numerosas y antiguas y el objetivo común es el de fortalecer o restablecer el equilibrio de las fuerzas naturales, en una palabra entender la naturaleza y cooperar con ella.

La reflexología es una llamada “terapia meridiana” a través de una serie de presiones en pies y manos se estimula la corriente de energía que recorre el organismo, cada zona del pie se corresponde por reflejo a una parte del cuerpo: en el momento en que un órgano deja de funcionar correctamente la zona correspondiente del pie se muestra extremadamente sensible a la presión, así pues además de ser éste un buen método terapéutico es un excelente sistema de diagnóstico.

En la actualidad y a causa del tipo de vida, muchas veces insana, que llevamos rara es la persona que se siente plena con salud, dejando de lado los trastornos graves, se padecen pequeñas dolencias, enfermedades crónicas, desajustes funcionales... Es necesario abandonar los malos hábitos de sedentarismo, mala alimentación, intoxicaciones... antes de que el cuerpo de su primera voz de alarma.

Debemos prestar atención a la respiración, para respirar de forma eficaz debemos combinar la respiración torácica y la abdominal para utilizar al máximo los músculos y el tejido pulmonar, no es necesario empujar hacia fuera el estómago al inspirar y contraerlo hacia dentro al espirar.

La respiración es el catalizador de todos los procesos importantes en el organismo, desde la generación de calor a la obtención de energía. Además tiene relación con la capacidad de concentración y con la de conectar con las emociones propias y las ajenas. Por tanto sin la correcta higiene respiratoria no se puede estar del todo sano ni disfrutar de pleno bienestar.

El ritmo de la respiración es un movimiento con efectos sutiles de los que depende la armonía del ser entero. Conecta todos los sistemas y no es casual que la respiración sea la base de las técnicas como el yoga, el taichí o el chikung. Una forma correcta de respirar es con el abdomen, el centro de gravedad del cuerpo se encuentra unos cms por debajo del ombligo. Cuando se respira desde ahí, la movilidad del diafragma se activa de manera natural y la respiración se hace más eficaz.

Una mayor amplitud del diafragma conlleva una respiración más profunda y amplia, mientras que una amplitud pequeña supone una respiración rápida y superficial entre las ventajas de la respiración profunda se hallan la sensación de tener más energía, el estímulo de la secreción de endorfinas (las hormonas del bienestar) y el ajuste emocional.

Es importante entrenar el movimiento respiratorio porque su potencial disminuye a partir de los sesenta años. Para evitar esa pérdida se pueden realizar multitud de ejercicios respiratorios, uno muy fácil consiste en inspirar e imaginar que el aire se distribuye por las piernas, notando como se llenan de vida y a continuación espirar. Así en cada respiración se puede utilizar una parte del cuerpo.

Son recomendables los baños de agua fríos y calientes, tanto en casa como en el mar, ríos y lagos. Para curtirnos frente al calor se recomiendan los baños de vapor y la sauna.

El cuerpo se debe estimular a través del ejercicio. Cuando se ejercita el cuerpo se activan todos los sistemas, desde el circulatorio al nervioso, pasando por el endocrino y el inmunitario. El movimiento más sano y recomendable es el caminar.

Por otra parte los pensamientos deben colaborar con los objetivos saludables de la caminata, se trata de permitir que se unan de manera armónica el consciente, el inconsciente y el entorno. Otro de los capítulos importantes para mantener la salud es la nutrición equilibrada, hoy día consumimos alimentos excesivamente elaborados, desprovistos de nutrientes y con aditivos químicos que pueden dañar el organismo.

Principios Básicos de la Alimentación

Frugalidad: Se trata de comer lo necesario, ya que el exceso sobrecarga nuestro organismo.
Sencillez: La mezcla de demasiados elementos en una misma comida resulta desaconsejable ya que el sistema digestivo no está preparado para ello.
Preparación adecuada: Se puede estropear el valor nutritivo de los alimentos si no se cocinan correctamente, así por ejemplo las verduras se deben cocinar al vapor, usar el horno el horno o la plancha y evitar en lo posible los fritos (ya que irritan el estómago y exigen demasiado tiempo y esfuerzo para la digestión).
Naturalidad: Consumir alimentos tan cerca de su estado natural como sea posible, evitando los refinados y los aditivos.
Masticación correcta: Debemos masticar debidamente los alimentos y consumir los líquidos a pequeños sorbos. Además debemos procurar comer en las mejores condiciones ambientales posibles.

Aunque cada persona, según su edad, sexo y actividad necesita determinadas cantidades de alimento, se estima que la proporción adecuada es ingerir un 15-20% de proteínas, 50-65% de hidratos de carbono y 20-30% de grasas. Los hidratos de carbono o glúcidos nos proporcionan la energía necesaria y favorecen la labor de las proteínas, indispensables para el crecimiento y para la salud de la piel y mucosas. Las grasas o lípidos, necesarias en pequeñas cantidades, son también fuente de energía y funcionan como aislantes térmicos; mientras que los minerales y vitaminas actúan como protectores y catalizadores. Todos ellos son necesarios para un perfecto funcionamiento de nuestro organismo.